Aquella mañana de septiembre de 2019 subía, como cada día, las escaleras del claustro de la Presidencia de la Junta. Lo hacía con una sonrisa que tenía todo que ver con América, el libro de Manuel Vilas que llevaba prendido al pecho (pero esa es otra historia y, como escribió Michael Ende, la contaré en otra ocasión).
Subía tan absorta que apenas advertí que Guillermo, el presidente, bajaba. Sus “buenos días” y aquel “pásate a las once por mi despacho” me sacudieron de un plumazo de mis cavilaciones.
A la hora convenida, acudí a la cita. Fue una conversación breve, casi como un suspiro, en la que él dijo: - Conchita, ¿quieres venirte conmigo?
Lo miré con los ojos muy abiertos y respondí: - ¿Dónde quieres que vaya, jefe, si ya estoy contigo?
Empezó entonces una de las etapas más apasionantes de mi vida, personal y profesionalmente. Trabajar junto a él fue una escuela diaria de consideración, compromiso y servicio público. Me enseñó muchas cosas y, sobre todo, me transmitió el respeto por la prensa libre e independiente. “Ningún poder debe injerir en ese principio, porque sin periodismo libre no hay democracia plena”.
Hoy, al dar la bienvenida a este nuevo medio, La Portada de Extremadura, no puedo evitar recordarlo.
Cuánto habría celebrado esta ventana abierta a la verdad, al rigor y a la pluralidad; cuánto habría alentado a quienes, como Antonio Cid de Rivera, su director, siguen creyendo en Extremadura con la fuerza de quien mira al futuro sin renunciar a sus raíces.
Creer en Extremadura es apostar por su gente, por sus historias cotidianas y por los sueños que nacen en sus pueblos y ciudades. Es tener la convicción de que aquí también pueden lograrse cosas grandes y duraderas. Los nuevos tiempos exigen miradas valientes, periodistas comprometidos y medios que digan lo que ven, cuenten lo que pasa y defiendan lo que importa.
La Portada nace con la vocación de abrir puertas y ventanas, de mostrar lo que somos y lo que queremos llegar a ser. Representa la fe en una región que siempre encuentra razones para empezar de nuevo, reinventarse y volver a creer.
Mientras pienso en todo esto, me viene a la memoria la sonrisa serena de Guillermo y su manera de escuchar. Siento que, de algún modo, también está por aquí, acompañándonos y empujando desde su recuerdo esta nueva etapa de ilusión y compromiso. Porque él creía firmemente en que cada historia merece su lugar, su voz y su relevancia en el mundo.
Bienvenida, La Portada de Extremadura, un medio para quienes creen, informan y construyen futuro desde esta tierra que tanto amamos.
Que hoy, más que nunca, cada palabra escrita, cada noticia contada y cada historia compartida sean un homenaje a los que creyeron en la fuerza de la verdad y en la posibilidad de transformar Extremadura.