La localidad cacereña de Jerte vislumbra una solución definitiva a sus problemas de abastecimiento de agua potable. Las obras de la nueva balsa avanzan de manera satisfactoria, con el objetivo de que estén finalizadas para el verano de 2026. Este proyecto, largamente esperado, promete asegurar que tanto residentes como visitantes dispongan de agua potable de forma continua, las 24 horas del día.
La presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, visitó este lunes las obras acompañada por la consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Sostenible, Mercedes Morán, la alcaldesa de Jerte, Felisa Cepeda, y técnicos responsables del proyecto. Durante su visita, Guardiola expresó su agradecimiento a los bomberos forestales, alcaldes del Valle del Jerte y vecinos, quienes enfrentaron los incendios de este verano con resiliencia y ahora miran hacia el futuro con optimismo.
Guardiola subrayó que la construcción de esta balsa, con un presupuesto de 3,7 millones de euros, representa una inversión crucial para la región. Esta infraestructura responde a una demanda histórica y garantizará el suministro de agua durante todo el año, especialmente en los meses de verano, cuando la población de Jerte aumenta significativamente.
Garantía de suministro
El incremento de la población en Jerte durante la temporada estival ejerce presión sobre el suministro de agua, poniendo en riesgo su calidad. Para abordar este desafío, la presidenta extremeña destacó la importancia de una planificación adecuada para atender tanto a los 1.200 habitantes de Jerte como a los numerosos turistas que visitan la localidad en verano, multiplicando su población habitual.
El objetivo principal es evitar cortes de suministro y asegurar que la demanda turística se satisfaga de manera eficiente. La construcción de una estación de tratamiento de agua potable junto a la balsa garantizará un suministro constante y el mantenimiento de la calidad del agua durante todo el año, mediante un proceso seguro y fiable.
"Queremos que sigan viniendo a visitarnos y que lo hagan con la tranquilidad de tener agua potable durante todo el año y a todas horas", afirmó Guardiola, recordando que en el pasado se habían producido cortes nocturnos en el suministro para poder atender a toda la población. Con la nueva balsa, esta situación no se repetirá.
Guardiola se mostró optimista sobre la finalización de las obras y confía en que la balsa pueda entrar en funcionamiento el próximo verano. A pesar de que el plazo de ejecución es de 18 meses, el proyecto avanza a buen ritmo, lo que permite prever que Jerte podrá contar con esta infraestructura vital para el verano de 2026.

Medidas ante el arrastre de cenizas
En relación con el arrastre de cenizas en el agua, consecuencia de los incendios de este verano, la presidenta extremeña explicó que se trata de un fenómeno inevitable tras un gran incendio y las posteriores lluvias. Para mitigar sus efectos, se han implementado diversas medidas, como la técnica del helimulching, que se ha aplicado en 1.100 hectáreas.
Además, se han llevado a cabo obras de emergencia para captar y bombear agua desde gargantas no afectadas por los incendios. Estas actuaciones han permitido llevar agua a los depósitos de Jerte, Cabezuela del Valle y Casas del Monte, los municipios con mayor población en la zona.
Guardiola transmitió un mensaje de tranquilidad a la población, asegurando que, a pesar del impacto visual del arrastre de cenizas, no se ha detectado afectación a la fauna fluvial y que el agua sigue siendo potable. Asimismo, informó sobre la realización de un estudio para determinar las responsabilidades por la rotura de la balsa de Jarandilla de la Vera en marzo, y que se está valorando la construcción de dos nuevas balsas en una ubicación más adecuada.
La alcaldesa de Jerte, Felisa Cepeda, agradeció el compromiso de la presidenta de la Junta, destacando que la construcción de la balsa solucionará los problemas históricos de abastecimiento de agua potable, especialmente durante el verano. Cepeda también valoró el trabajo realizado durante los incendios y las medidas adoptadas para garantizar el suministro de agua potable tras el arrastre de cenizas.