El Museo de Cáceres ha añadido a su colección una pieza de gran valor histórico y artístico: un mascarón del siglo XVI. Este elemento arquitectónico fue encontrado en el jardín del Palacio de las Veletas durante los trabajos de rehabilitación que se están llevando a cabo en el museo.
El mascarón, tallado en granito, formaba parte de una fuente ubicada en el jardín del palacio. Tras su hallazgo, fue sometido a un exhaustivo proceso de restauración que se prolongó durante seis meses. Los técnicos del Servicio de Restauración y Conservación de la Dirección General de Bibliotecas, Archivos y Patrimonio de la Junta de Extremadura fueron los encargados de devolverle su esplendor original.
La presentación de esta singular pieza contó con la presencia de la consejera de Cultura, Victoria Bazaga, la directora general de Patrimonio, Adela Rueda, y la directora del Museo de Cáceres, Raquel Preciados.
Un rostro masculino con historia
El mascarón representa un rostro masculino, un motivo recurrente en las fuentes y estanques del Renacimiento. Estas figuras evocaban a las divinidades protectoras del agua, el viento y la vida. Aunque con diferencias en tamaño y origen, el mascarón recuerda a la famosa Boca de la Verdad de Roma.
La restauración fue un proceso delicado y minucioso. Según explicaron los técnicos, se realizó una limpieza profunda para retirar el musgo y la tierra acumulados durante siglos. “Ha sido prácticamente una restauración de bisturí, de lupa y microscopio”, afirmó Adela Rueda, destacando los daños que presentaba la pieza, como humedades, morteros adheridos, fisuras y un notable ataque biológico.
Un nuevo atractivo para el museo
Victoria Bazaga resaltó que la incorporación del mascarón enriquece la oferta cultural del museo y consolida a Cáceres como un destino turístico de referencia. Tras permanecer oculto durante siglos, el mascarón “recupera su sentido original” al integrarse en la colección permanente, dialogando con otras piezas que narran la historia de Extremadura.
“Entendemos el patrimonio como algo que debe cuidarse, pero también compartirse con el público, a quien realmente pertenece”, subrayó Bazaga. Con el objetivo de conservar el patrimonio y facilitar su acceso, el museo ha decidido ubicar la pieza original en el interior, mientras que en el jardín del Palacio de las Veletas se instalará una réplica.
Invitación a descubrir el patrimonio
La consejera invitó a los visitantes, especialmente a los jóvenes, a acercarse al mascarón y a descubrir qué revela sobre la vida y las creencias de hace cinco siglos. Cada nueva pieza, dijo, “abre un relato distinto y una nueva experiencia para el visitante”.
Raquel Preciados, directora del Museo de Cáceres, destacó que la incorporación de esta pieza a la exposición permanente “es un importante logro”. Según Preciados, “conseguimos dar visibilidad a determinados elementos que pertenecían a la historia del propio edificio del museo y que si no llegan a restaurarse no conseguimos protegerlos y nos exponemos a perderlos”.
“Este trabajo tan importante es una muestra de la responsabilidad que tenemos desde los museos en tutelar y en conservar estas piezas, sobre todo para proteger ese legado en el tiempo”, concluyó Preciados.
La restauración del mascarón garantiza su preservación a largo plazo, incluyendo el caño por donde salía el agua. Este hallazgo y su posterior restauración demuestran el compromiso del Museo de Cáceres con la conservación y difusión del patrimonio histórico y artístico de Extremadura.